¿Por qué una mujer tiene una relación con un asesino, un maltratador, un violador?



¿Por qué una mujer tiene una relación con un asesino, un maltratador, un violador?

La mayor parte de las relaciones que derivan en violencia de género, los maltratadores comenzaron su escalada de violencias poco a poco. De una forma tan sutil e inadvertida que cuando llegó la primera agresión física la voluntad de esa mujer ya estaba anulada, o la trama de aislamiento,  soledad, miedo, falta de autoestima y dependencia, tan urdida que la salida es un horizonte excesivamente lejano.

Sin embargo, en ocasiones, salta a los medios la noticia de una mujer maltratada cuyo agresor ya había maltratado a sus anteriores parejas, una mujer que tiene un hijo con un acusado de violar a otras mujeres, que convive con violador o asesino confeso o una abogada que defiende a un asesino, le condenan, y luego empieza una relación sentimental con él.

Entonces, en esos casos, nuestras cabezas no alcanzan a comprender ¿Qué ha pasado ahí? ¿Cómo sabiendo lo que sabía se enamora de un tipo así? Y si acaba siendo ella agredida, matada (sí, sí, matada que muertas acabaremos todas pero matadas no) o violada se puede llegar a pensar ¿qué esperaba?
Es algo parecido a algo que ya vimos en el blog ¿Por qué hay mujeres maltratadas que vuelven con su maltratador?

Como para casi todo, la teoría feminista tiene respuestas a eso. Respuestas basadas en años de experiencia, de estudios, de observación de la realidad y análisis de sus problemas llevada a cabo por feministas de ayer y de hoy.

Relación entre los bulos machistas y mitos del amor romántico

 Los mitos del amor romántico nos enseñan que el amor todo lo puede. Si queremos lo suficiente y con suficiente abnegación salvaremos al amado. Y no es algo nuevo ¿os suena "La bella y la bestia"? ¿"Crepúsculo", con su interminable cantidad de libros, películas, secuelas y precuelas? 

Por otro lado, la sociedad repite hasta aburrir que las mujeres denunciamos por despecho y les arruinamos la vida. Nos matan porque los ponemos al límite ¡qué no habremos hecho para que un hombre tan bueno que siempre decía buenos días mate a una mujer! Ellos no son malos, es que los provocamos. Se les va la cabeza por nuestras maldades ¿y cuántas veces se te puede ir la cabeza en la vida? Nunca lo habrían hecho a una mujer que no sea una arpía.


Cuando juntas los mitos del amor romántico con los bulos machistas sobre la violencia de género; el desconocimiento de la verdaderas naturaleza de las violencias machistas y el ciclo de la violencia de género con las justificaciones sociales tienes un cóctel letal. Letal solo para las mujeres, claro.


Y, a veces, escandalizan los asesinatos. Porque estamos acostumbradas a ver infraseres que los usan como arma política, o para acusar al feminismo de que nos pasamos ya con tanto pedir. Pero los asesinatos son solo una mínima parte de las violencias que sufrimos a diario por ser mujeres. Hay violencias muy visibles y violencias invisibles que las sustentan y reconocerlas no es fácil, ni se aprende por ciencia infusa.

Pierden una magnífica oportunidad de hacerlo los medios que malinforman sistemáticamente usando las noticias sobre violencia machista para revictimizar o generar morbo. Si cada vez que hay un asesinato de una mujer, o una violación grupal, en lugar de correr a buscar a la vecina que pasaba por allí o al vecino del quinto y decirnos la nacionalidad explicaran, todas y cada una de las veces, cómo pasa, por qué pasa y qué sabemos que se puede hacer para evitarlo, habríamos avanzado un siglo en prevención de asesinatos en muy pocos años.



Y es que algunas mujeres tienen relaciones con asesinos, con maltratadores, con violadores en manada, con abusadores en serie porque creen, de verdad, que no todos los hombres son malditos. Y que, incluso los que hacen cosas malditas, pueden cambiar. Y que ellas, si son las mujeres que la sociedad espera que sean, los podrán salvar para la sociedad y para ellas. Por el poder del amor. 



Así que dejad de decirnos que #NotAllMen, que los condenados están ahí por mujeres perversas que los condenan con mentiras. Que se les quita la custodia de sus hijos porque sus madres los ponen en contra y después, encima, nos juzguéis por creerlo.

El maltratador machista no "cambia por amor", no maltrataba a su ex porque ella se lo merecía y a ti no te lo haría nunca. Ella no era una arpía que lo denunció en falso. Él no tenía una orden de alejamiento de sus hijos porque la justicia siempre cree a las mujeres por defecto. Él no estuvo en la cárcel porque una mujer malintencionada denuncia a un hombre y le arruina la vida. Ella era una mujer como cualquier otra que creyó que le "curaría" con amor. Porque es lo que la sociedad nos hace creer, lo que la cultura establecida nos hace creer, lo que los libros románticos y las películas nos hacen creer. 


O puede ser que ella creyera que la mayor parte de las denuncias son falsas, y que hay una enorme cantidad de hombres maltratados por sus parejas femeninas de los que no se habla jamás. Quizás, incluso, votó a un partido que quería eliminar la ley integral contra la violencia machista porque discrimina a hombres. Porque "Not all men". Y aún así, acabó maltratratada, abusada, violada, o muerta. 

Queremos creer la mentira. Queremos creer que no estamos en peligro constante cuando nos enamoramos, cuando paseamos, cuando estamos en casa, cuando trabajamos, cuando nos divertimos o hacemos deporte, cuando paseamos a los perros. Queremos creerlo nosotras y queréis creerlo vosotros. Eso le pasa a quien hace algo mal. Si estás enfermo, si tienes algún tipo de trastorno que te hace caer en sus garras. Pero no. Los malos no son siempre otros. La violencia no es algo que sufran siempre otras.

A detectar los bulos machistas y contrarrestarlos, a amar sin mitos tóxicos que hacen invisibles las violencias cotidianas se aprende. Es imprescindible formación feminista


Porque nos decís continuamente que "no todos los hombres", que solo son algunos hombres malos, pero no os preocupáis por aislarlos y señalarlos. Ni por aprender a detectarlos antes de que discriminen, abusen, violen, maltraten, maten. Y si lo intentamos hacer nosotras nos decís que si las denuncias falsas y que si las presunción de inocencia y vuelta a empezar. Hasta la siguiente muerta a la que culparéis por creeros. 

Los mitos del amor romántico matan. Aunque no lo hacen solos. Lo hacen en connivencia con toda la sociedad. Porque mientras miremos a otro lado, juguemos a la víctima, escuchemos o reproduzcamos de forma acrítica la información, estamos contribuyendo al próximo asesinato. Ese que, quizás, nos volverá a escandalizar.
María S. Martín Barranco
evefem.com
@generoenaccion






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