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Publicado por
María
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10 libros feministas y un ejercicio de autocuidado
Llega la Navidad. Momento −nos
dice el sistema− de hacer regalos y compartir con los seres queridos.
Todas sabemos hasta qué punto la Navidad
puede ser el momento más desquiciante del año. Echas de menos a quienes no
están, te sientes en la obligación de acudir a eventos laborales y familiares a
los que decir que no te resulta casi imposible. O a los que si dices que no es
aún peor porque te sentirás culpable y es peor el remedio que la enfermedad (ay, el mandato patriarcal de la
culpabilidad femenina qué bien instalado está en nuestro disco duro ). Y tendrás, otra vez, las bromitas por ser la
feminista de la familia. Y al cuñao
de turno queriendo desmontar tus argumentos con bobadas tan soberanas que no
sabes si responderle como se merece o dedicarte a la botella de anís del mono
para no desentonar de tan ilustre parentela.
Este verano os dejaba en el blog
una lista de “12
libros imprescindibles de 10 escritoras que no te puedes perder (+ algunas
otras recomendaciones de lecturas con enfoque de género y una guía para el debate literario con enfoque de
género)”.
En poco tiempo, ese post junto al
dedicado a mis series feministas preferidas se situaba a la cabeza de los más
leídos del blog. La guía descargable para analizar lecturas con enfoque de
género también se ha descargado varios miles de veces. Dirán que la formación
feminista no hace falta pero cuando se ofrece personas de todo el mundo acuden
a ella, por algo será.
Y es que entender
el mundo en clave de género nos ayuda a sobrellevar la vida más fuertes. Porque
la formación feminista nos ayuda a entender y entendernos. Y no es formación feminista solo la formal, apuntarse a un curso, o ir a actividades. También
leer el feminismo nos ayuda a crecer, a deconstruirnos, a hacer una versión de
nosotras más libre de ataduras, a acallar la voz del patriarca interior. Porque
en nuestra genealogía feminista está nuestra fortaleza. Y hay feministas por
todo el mundo escribiendo cuentos, ensayo, novela, ilustrando comics,
escribiendo artículos.
Mujeres que cuentan a mujeres y
hombres desde un lugar en el mundo mucho más parecido al que tú ocupas que el
que te van a contar quienes no tienen la suerte de percibir ese mundo desde el
feminismo.
Porque el feminismo nos permite
distinguir matices del sistema, de las sociedades, de las relaciones entre las
personas, de las personas con su entorno, de nosotras mismas −y de todo lo
anterior entre sí − mejor que ningún otro movimiento social.
Un ejercicio de autocuidado navideño
Entre esos matices hubo uno que,
cuando lo descubrí, me dejó absolutamente pasmada: tenemos tan arraigado el
mandato personal de “ser para otros” que hacernos un regalo sin motivo nos
cuesta mucho. Muchísimo. Y en Navidad, cuando la gente se regala a troche y
moche, también. No nos llega el presupuesto, nos dejamos para las últimas, yo
ya tengo de todo, no me hace falta nada (es un regalo ¡¿quién dijo que tuviera
que hacer falta?!), al final para el mío no me dio tiempo… Y cuando pongo como ejercicio
hacerse un regalo (que no tiene que ser comprado ni siquiera debe de tener
valor monetario) hay mujeres, yo entre ellas, que tardamos meses en hacer el
ejercicio por primera vez.
Tu patriarca interior se
convierte en un Pepito Grillo que dice cosas como “este ejercicio no sirve para
nada”, “menudo ejercicio feminista, comprar” (ojo, el ejercicio no es comprar,
es hacerse un regalo pero si te ha salido ese reticencia, es tu patriarca
interior dando la lata); “a ver para qué me va a servir a mí eso”, “Anda que no
me compro yo cosas” (sí? ¿cuáles, cuándo, por qué motivo?) o “qué tontería,
creí que esta mujer hacía formación seria”.
Da igual. Hazte un regalo. Puede
ser comprar, puede ser no comprar, puede ser darte tiempo para algo, puede ser un
rato con amigas a las que hace mucho que no ves. Regálatelo. Y acepta el regalo
con alegría.
Yo, desde hace unos años, durante
todo el año voy apuntando libros que me recomiendan alumnas y amigas, que veo
en escaparates y me llaman la atención por algún motivo, que me comentan compañeras
del Club Virtual de lecturas feministas y me regalo una mañana o una tarde para
elegir alguno de ellos. Primero intento en la biblioteca y si no es posible,
veo si su precio me permite comprarlo, o busco ediciones de segunda mano, o en versión
e-book que suelen ser más baratas. Otros están disponibles en la red de forma
legal.
Para mí ya es una tradición
navideña. Una de las pocas −por no decir la única− que me gusta.
Libros feministas para regalarme(te,se) en 2017
Esta es mi lista
1. “Los hombres me explican
cosas”, de Rebecca Solnit. Ensayo.
2. “Mala feminista”, de Roxane Gay. Ensayo.
3.“Demasiada felicidad”, de Alice Munro. Cuentos.
4. “Apegos feroces”, de Vivian
Gornick. Cuentos.
5. “Las
tres reinas magas”. Gloria fuertes. Cuento infantil.
6. “Violación. Nueva York”, de Jana Leo. Novela.
7. “Velocidad
personal”, de Rebecca Miller. Relatos.
8. “Persépolis”, Marjane
Satrapi. Cómic.
9. “Canción dulce”, de Leïla Slimani. Novela.
10. “La mujer que mira a los hombres que miran a las
mujeres. Ensayos sobre feminismo, arte y ciencia”, de Siri Husvedt
Está hecha entre más de
40 libros que he ido apuntando mes a mes. Son las autoras finalistas. Algunas noveles, otras con décadas de
publicaciones a sus espaldas. Premiadas algunas. De diferentes culturas. Pero
todas con un elemento en común: su visión crítica de las opciones que sus
respectivas sociedades ofrecen a las mujeres.
Puede que hayáis leído todos esos
libros. Si es así ¡contadme!
Yo, por ejemplo, de Persépolis he
visto la adaptación cinematográfica, nada más. O he leído párrafos sueltos de
las Tres reinas magas de Gloria fuertes.
Si ya los habéis leído me
encantará saber vuestra opinión. Si tenéis vuestra propia lista ¡dejadla en
comentarios! Espero sugerencias porque ya estoy preparando mi post con la lista
para las reinas magas 😉
PD: Puedes
descargar aquí la guía para analizar
lecturas con enfoque de género de la que hablaba arriba.
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Comentarios
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Debido a la insistencia de determinados machistas aburridos, nos hemos visto en la obligación de administrar la moderación de entradas. Este blog no publica ningún comentario que contenga enlaces. Lamentamos las molestias para el resto de participantes. Gracias por vuestra comprensión.
Muchas gracias, María, por tu trabajo. La guía es magnífica, así como las recomendaciones y ese intento por liberarnos de las culpas por no cumplir con todo en Navidad. Yo también propongo: ¡liberémonos de la Navidad! Aunque sea un pequeño gesto. Para mí esta época es una de las más machistas, porque nos exige mucho socialmente a las mujeres y yo, cuando llegan estas vacaciones solo quiero mi sofá y leer. Y lo pienso hacer.
ResponderEliminarAbrazos sororales.
Estoy completamente de acuerdo. Los mandatos de género en navidad son férreos y deshacerse de ellos muy difícil. A veces ni siquiera son exigencias expresas del entorno sino nuestro patriarca interior haciéndonos sentir mal por querer librarnos de esos mandatos. No siempre podemos deshacernos de todos pero sí ver dónde están y cómo ir acallando esa voz para encontrar nuestra forma de estar en el mundo sin sentirnos atadas permanentemente. Un abrazo enorme y muchos abrazos :P
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