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María
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Los progres de izquierda
españoles son machistas. Y no me apetece decir en general, muchos o
algunos. Si se puede endiosar a un
machista despreciable por sus políticas económicas sin hacer mención a sus ataques
continuos a los derechos de la mitad de la sociedad a la que gobierna, yo
también puedo omitir la parte de la realidad que me dé la gana. Porque ya está
bien de exigir rigor solo a determinadas personas y no a todas. Anoche no
escribí nada tras el Salvados
del periodista estrella de la izquierda española Jordi Évole. Estaba tan
asqueada que habría acabado insultando a alguien.
Rafael Correa es el homófobo y antifeminista
Presidente de un país de menos de 16 millones de habitantes, con algo más del
50% de población femenina y en el que se viola a una media de 5 mujeres al día.
La tasa de probabilidad de embarazos está entre el 10
y el 15% pero se impide la interrupción del embarazo en caso de violación
(salvo si la violada padece incapacidad mental). Esa actitud incumple los
Tratados Internacionales que Ecuador ratifica y después luce como medallas en
el pecho, de adorno. Un fuerte movimiento social #Yosoy65 muestra en sus
campañas la realidad en
el país y recaba apoyos nacionales e internacionales contra esta
legislación. Pues bien, este ser fue tratado como un gurú de la ciencia económica.
Como entrevistar a Hitler por su talento como estratega.
Criticamos cada vez más que quienes se dedican
a la política digan una cosa y hagan otra. Si lo hace un periodista de izquierdas (dicen) ya importa
menos ¿no? Porque díganme si esto es coherente: una semana preocupado porque haya pocas mujeres y las críticas de
machismo.
¿Y a la siguiente? Entrevista a un presidente que gobierna en manos de la iglesia católica contra los derechos
humanos de las mujeres y que ha afirmado públicamente burradas del calibre de “yo no sé si la equidad de género mejora la
democracia lo que sí es seguro es que ha mejorado la farra impresionantemente
(…)”. Lo normal. Lo normal para alguien a quien el machismo no le
espanta sino que le provoca hilaridad. O alguien a quien los derechos de las
mujeres le importan una higa y si tiene que elegir dar la pista central al
payaso bromista, perdón, machista,
con el share que eso promete ¿cómo dudar?
![]() |
Imagen cedida por la Asociación Ecuador Etxea. |
No hablo solo de Rafael Correa y
del programa en el que se le entrevistó. Hablo de todos. Solo tienen que mirar
los nombres propios que han merecido dar título a los programas y buscar las mujeres. Y no es que Jordi Évole no haya caído en la
cuenta, no. Sería comprensible dada la sociedad machista en la que nos
desenvolvemos. Muchas y en diferentes contextos dentro y fuera de las redes sociales nos
hemos atrevido a sufrir las iras de sus machifans al señalarle por activa y por
pasiva que su programa es machista.
Y es machista por muchos motivos.
Por la presencia desproporcionada de expertos y la ausencia reiterada de expertas,
por la falta de enfoque de género de los temas que se tratan, por la inexistencia de
feministas entre las personas invitadas. Un ejemplo reciente: la selección que se usa para
elegir el
mejor programa del año 2014.
Pero no solo eso. Cuando se elige
un tema se hace una declaración de principios. Cuando se ignora un tema,
también se está tomando posición. Quienes confiábamos en este periodismo fresco, sagaz, irreverente y cercano representado por Jordi Évole esperamos una
temporada, y otra, y otra más (hasta 11) un programa que tuviera que ver
siquiera de forma lejana con el terrorismo machista o el machismo y las
violencias machistas. Porque la violencia contra las mujeres ha matado a más
personas que ETA; afecta a más personas que las preferentes y repercute en la
sociedad tanto o más que cualquier tema económico. A toda la sociedad. Esto es
lo que parece que los progres de izquierdas no acaban de entender: que
mientras la mitad de la sociedad no pueda vivir, caminar por la calle, separarse de su pareja sin miedo, ascender sin cortapisas, ser contada como experta o abortar en
libertad quien tiene disminuidos esos derechos es el total de esa sociedad.
¿Qué por qué a Évole y no a
otros? En realidad, sería más correcto preguntarse ¿Por qué también a Évole?
Porque a alguien que se ha convertido en un referente de la prensa libre,
incisiva, ética y sin miedo quienes le seguimos no debemos permitirle durante más tiempo usar su pedestal
para mirar al cielo. Urge mirar a la tierra, con perspectiva. Y buscar dónde
estamos y qué hacemos las mujeres y los hombres en esa realidad a ras de suelo.
Se llama perspectiva de género.
Y quizás así, los hombres y
mujeres que mientras se emitía #DeudaInfinita decían en las redes o en sus
casas “queremos un presidente como ese” se lo habrían pensado dos veces. O no.
Mayor motivo entonces para dedicar un programa.
Porque el machismo es violencia y
el silencio, cómplice.
María S. Martín Barranco
@generoenaccion
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Comentarios
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Debido a la insistencia de determinados machistas aburridos, nos hemos visto en la obligación de administrar la moderación de entradas. Este blog no publica ningún comentario que contenga enlaces. Lamentamos las molestias para el resto de participantes. Gracias por vuestra comprensión.
Gracias !!! Difundimos !!
ResponderEliminarPor accidente llegue a este articulo, tal parece que mientras no les digan que el aborto es bueno todo lo demás es y será malo... hasta pierden el sentido del humor, la "burrada" sobre la equidad de genero no fue mas que una comentario gracioso del presidente del gobierno que impulso y aprobó la alternancia mujer-hombre en las listas de los partidos políticos para dar representitividad igualitaria a las mujeres por obligación legal, el demonizar sin argumentos verdaderos a quienes no comparten nuestros criterios no nos da la razón ni nos vuelve mas inteligentes sino al contrario.
ResponderEliminarEl problema de base es que llamais izquierda, prensa libre, y demás calificativos a un programa que pertenece al conglomerado Atresmedia que muy poquito tiene de cualquiera de las cualidades que definen a la izquierda. Un grupo que representa el neoliberalismo y el amor por el capital más absoluto.
ResponderEliminarDicho programa y su presentador son solo un paripé, un teatrillo, todo falso.
Hay que analizar primero si estamos hablando de izquierda real. Decirse de izquierdas no significa ser de izquierdas, el planteamiento inicial base del artículo es erroneo: En el programa hay machismo, si, pero no hay izquierda.
Cuando he leído éste párrafo ya ha perdido para mí toda la legitimidad periodística la autora: "que mientras la mitad de la sociedad no pueda vivir, caminar por la calle, separarse de su pareja sin miedo, ascender sin cortapisas, ser contada como experta o abortar en libertad quien tiene disminuidos esos derechos es el total de esa sociedad". ¿Acaso la mitad de la población, justo la feminina, en su totalidad, está sometida a abusos? ¿ ¿Ningún hombre?
ResponderEliminarNo hay absolutamente ninguna mujer ni niña a partir de los 11 o 12 años, ¡NINGUNA! que no haya pasado miedo andando por la calle, y no necesariamente de noche. Eso es el 52% de la población.
EliminarSoy mujer, feminista, demócrata y de izquierdas y no estoy en nada de acuerdo con este artículo. El periodismo libre no censura, sino que nos hace llegar las distintas opiniones y nuestras son las conclusiones. Que saquen a un hombre que hace comentarios desafortunados no quiere decir que el director del programa sea machista. Me parece una exageración!
ResponderEliminarEs un comentario gracioso para el machito de turno y el humor sobre la violencia que sufren las mujeres solo sirva para normalizar esas situaciones, aceptarlas e interiorizarlas. A mi ese no me respeta por ser mujer, pues yo a él le deseo que se muera, simple y llanamente. Le tengo que dar las gracias por dejar que las mujeres participen en la política? Un hombre que pretende decidir sobre mi cuerpo, que me compara con mercados de valores y que fomenta los estereotipos de que la mujer es caprichosa, cambiante y vanidosa lo mando a la mierda. Un hombre que en su país no toma medidas para erradicar la violencia contra la mujer, cuando hay de media (estadísticas oficiales que fíate) 5 violaciones diarias para mi se merece morir. Y si investigas un poco más tiene comentarios bastante insultantes hacia la mujer. Si Ana Pastor fuese un hombre no se dirigiría hacia ella como "Anita" no a este le llama Jorgito, es un machista asqueroso y punto.
ResponderEliminarCreo que mezclais la leche con el petróleo...soy mujer, feminista (busco la igualdad) y de izquierdas y este artículo se sale de madre. Jordi Evole es un gran periodista y de ningún modo es machista porque lo sean sus invitados.
ResponderEliminarAfortunadamente no hace falta ser feminista, de izquierdas, y ni siquiera mujer para darse cuenta de lo disparatado del artículo. Con tal de crear opinión y buscar aclamaciones se escribe cada absurdo...
ResponderEliminarNo se culpa a Jordi Évole por los comentarios de sus invitados, se le culpa de la NO INCLUSIÓN de invitadAS en al misma medida que invitadOS. Es muy sencillo: si hacemos un programa sobre inmigración en España, nos chirriaría un poco (ligeramente) escuchar la opinión de políticos y ciudadanos nativos. ¿Y l@s inmigrantes no tendrían nada que decir? Es la misma idea, muy, muy, muy fácil de entender.
ResponderEliminarhombres currando de peones de obra. Mujeres en oficinas. Hombres sin presuncion de inocencia con la ley de violencia de genero. Esta es la "igualdad" que la feminista del articulo nos habla. Es el IV Reich sin duda
ResponderEliminar"Debido a la insistencia de determinados machistas aburridos, nos hemos visto en la obligación de administrar la moderación de entradas" ¿censura feminista?
ResponderEliminar@gunillo
ResponderEliminarSe llama autodefensa. En cuanto a lo de comparar moderación con censura, ¿victimismo neomachista?
Amelia