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Unknown
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Hace dos meses, el 5 de julio, estallaba
en las redes sociales y el activismo
pro-derechos humanos la bomba de la detención en extrañas circunstancias de una
aguerrida periodista mexicana de la que supe durante el tiempo que viví en
México: Sanjuana Martínez.
Aunque las partes afirman no
haber recibido ningún tipo de solicitud de mi parte, intenté ponerme en
contacto a través de direcciones de correo electrónico encontradas en la
red, con el señor Castresana y con la
señora Martínez para contrastar las informaciones.
Todas mis fuentes para calibrar
si los contenidos de la noticia podían ser ciertos parecían apoyar esta
posibilidad: Reporteros
sin Fronteras, múltiples noticias de irregularidades de la labor de
Castresana y el conocimiento directo de aquél país y la facilidad con la que,
lamentablemente, se aceptan determinadas corruptelas me reafirmaron en la
certeza del contenido de las informaciones de los medios, a los que siempre
pongo en duda como primera opción.
Sin respuesta directa, pero
conocida la versión
de Sanjuana Matínez a través de su blog y alarmada por una información, para
mí, digna de credibilidad por aparecer en numerosos medios, tanto en España
como en México,
inicié una petición virtual en Change.org
solicitando del Ministerio de Justicia español
la destitución
de Carlos Castresana como Fiscal en España.
El contenido exacto de la
petición de destitución de Carlos Castresana, era este:
“Expulsión o cese del Fiscal Carlos
Castresana
Carlos Castresana Fernández, fiscal del
Tribunal Supremo en España está acusado por violencia familiar en México, con
una orden de restricción (similar a nuestra orden de alejamiento) que incumple
sistemáticamente y ante testigos demostrando un desapego absoluto por el
cumplimiento de la Justicia incompatible con su cargo.
Sin embargo, en España, este señor es conferenciante y supuesto especialista en violencia de género mientras usa, en el país hermano, para defenderse a los abogados de los más famosos narcos.
Sin embargo, en España, este señor es conferenciante y supuesto especialista en violencia de género mientras usa, en el país hermano, para defenderse a los abogados de los más famosos narcos.
Esta información es de domino público, como
público es el trabajo que desempeña. La Justicia en España necesita levantar la
alfombra, lo demás es mirar la paja en ojo ajeno porque nuestras vigas nos han
cegados los dos ojos.”
El día 12 de septiembre recibí,
junto a documentación que podría demostrar sus palabras de ser auténtica, una
solicitud del señor Castresana para retirar de Cange.org esa solicitud por
falsedad o inexactitud de los datos contenidos en ella. Transcribo, con permiso
expreso del sr. Castresana el contenido íntegro:
“Información falsa. petición
destitución
Estimada María :
Hace aproximadamente dos meses inició Vd.
una recogida de firmas en Change.org para solicitar mi destitución como
Fiscal del Tribunal Supremo. La información en que se basa su petición es
completamente falsa.
En ella dice Vd. que soy un maltratador
sujeto a una orden de restricción, y que estoy violando sistemáticamente esa
orden acercándome a mis hijos a pesar de tenerlo prohibido. Es mentira. Tal
orden no existe, no ha existido nunca. Y por supuesto, no soy ni he sido nunca
un maltratador.
Muy al contrario, lo que existe es un
Acuerdo suscrito por mi esposa y por mí, aprobado por la Juez en Monterrey,
México, el 30 de Marzo de 2012 que establece un régimen de visitas de dos días
a la semana entre mis hijos y yo. El Acuerdo ha sido violado sistemáticamente
por mi esposa, periodista mexicana, que ha rehusado presentar los niños a las
visitas y a las evaluaciones psicológicas.
Después de varios requerimientos y
apercibimientos desatendidos, de la ratificación por los psicólogos de la
conveniencia y necesidad de las visitas, una multa y 16 desobediencias, el
Juzgado ordenó su arresto administrativo el 5 de julio de 2012. Como respuesta,
mi esposa distribuyó a través de los medios y de internet la información falsa
de la que extrae Vd. su equivocada petición.
A la fecha, las desobediencias son 27.
El Acuerdo estableciendo el derecho de
visitas para mis hijos y para mí, y la Orden de arresto de mi esposa reseñando
las 16 desobediencias, están a su disposición. Puedo enviárselas a la dirección
de email que me indique.
La Orden de restricción, como le digo, no
existe.
Le ruego retire su petición.
Carlos Castresana Fernández.”
Tras esta solicitud cerré la
petición de firmas, enviando el siguiente mensaje a todas las personas
firmantes:
“Estimadas y estimados.
He recibido una solicitud directa de
Don Carlos Castresana para que esta recogida de firmas sea
retirada porque los datos aparecidos en prensa respecto a su persona reflejados
en esta petición no son exactos.
Dado que adjunta información que corrobora
sus palabras y que la otra parte no ha respondido a mis peticiones de
comparación o confirmación de dichos datos, he decidido acceder a la solicitud.
Tanto si la información aparecida en los
medios de España y México es realmente falsa como si es verdadera, el llamado a
la reflexión sobre el papel de los medios es urgente.
Continuaré siguiendo esta noticia y todas
las novedades estarán disponibles en http://www.facebook.com/pages/Especialista-en-Igualdad/215382591859172
Agradezco a las mujeres y hombres que han
apoyado esta firma su lucha por un mundo más justo.
Con todo mi agradecimiento, un abrazo y mis
disculpas.
María Martín“
Tras ella representantes legales
de la sra. Martínez me han remitido información para contrastar la veracidad de
las informaciones de los medios y, por extensión, de los motivos de la
solicitud. Parecen tan auténtico como los documentos en sentido contrario de la
otra parte.
Mientras, numerosas
organizaciones que habían apoyado la “Petición de destitución” se han puesto en
contacto conmigo en estas escasas 12 horas para rogar su reapertura. En la
misma fecha, un
grupo de Madres de Juárez emiten un comunicado de apoyo al Fiscal.
Ni puedo ni quiero convertirme en
representante de ninguna de las partes en conflicto. Quienes trabajamos con
maltratadores a diario, sabemos de lo coherente de sus versiones; también la
posibilidad, mínima estadísticamente, de que una denuncia pueda no ajustarse a
los hechos. Las trayectorias vitales de las partes están ahí y yo no soy quién
para juzgar, deberán hacerlo los Tribunales.
Ahora, la sombra de la duda
planea sobre mi ánimo. Me siento manipulada y no sé bien por quién ni para qué.
¿He sido transmisora de una mentira? En conciencia, no lo creo. Los hechos son
que no lo sé.
Hasta el día de hoy 13 de
septiembre, uno después de haber cerrado la petición a solicitud del señor
Castresana, no había sabido que mi “Petición
de destitución” había tenido eco en los medios
internacionales ni que personas de importancia
relevante habían rubricado la misma.
Fue, exclusivamente, un acto de
buena voluntad. Hoy la perversión de la buena fe ha sido demostrada de nuevo.
Una sola persona o un puñado de ellas (pues en el momento del cierre apenas 400
personas habían considerado la cusa digna de atención), con voluntad, pueden
cambiar el mundo para bien, y para mal. Yo actué en conciencia y volvería a
actuar del mismo modo.
Ni “Especialista
en Igualdad” la página por los derechos de las mujeres en la que coordino
un equipo de personas voluntarias que asesora y forma en género desinteresadamente,
ni nadie entre mis compañeras y compañeros de la misma son en absoluto
responsables de la “Petición de
destitución” ni de mis opiniones que, tal y como se expresa en Change.org
han sido vertidas bajo mi nombre e identidad reales.
Deseo que esta sea la primera y última
vez que me convierto en mediadora involuntaria de un asunto lo suficientemente
delicado e importante como para que sea resuelto a la mayor brevedad por los
Tribunales de Justicia.
Asumo cualquier responsabilidad
penal y moral que de ese acto pueda derivar. No espero menos del señor
Castresana y los medios que publicaron las noticas.
Muchas gracias a todas las
personas que firmaron y a las que hayan tenido la paciencia de leer hasta el
final.
María Martín.
Consultora e investigadora en Género.
especialistaenigualdad@gmail.com
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Comentarios
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Debido a la insistencia de determinados machistas aburridos, nos hemos visto en la obligación de administrar la moderación de entradas. Este blog no publica ningún comentario que contenga enlaces. Lamentamos las molestias para el resto de participantes. Gracias por vuestra comprensión.
Debo felicitar por la nota y la responsabilidad con la que asumiste los hechos, yo soy una de esas personas que al igual que tú, siente la manipulación de los hechos y la facilidad con la que notas tendenciosas de prensa asumen como si fueran jueces que alguien es responsable y sin más los linchan mediaticamente.
ResponderEliminarPara mi, el caso está rodeado de irregularidades en las cuales solo me llevan a creer que la verdad se encuentra a la mitad de ambas versiones, lo qué es un hecho es que hasta no tener certeza de las acusaciones en contra de Carlos Cstressana, lo que se debería de analizar es su capacidad para ayudar en el caso de campo algodonero, yo creo que la sociedad civil de Juarez no se equivoca al apoyar a una persona que profesionalmente ha demostrado que puede contribuir con la investigación de forma significativa.