La RAEdícula academia española de la lengua


Nuestra querida Academia de la Lengua Española no deja de darnos sorpresas de vez en cuando. Unas veces hace caso a las masas de hablantes que exigen quitar la tilde a "solo" o incluye verbos tan usados como "asperjar". Las más, la RAE llega a los medios porque ha encontrado un filón publicitario sin parangón: el lenguaje inclusivo. Puede ser el entrar sin venir a cuento en discusiones legislativas, el hacer sin que nadie se los pida informes sobre los manuales de uso no sexista del lenguaje o arremeter contra expresiones como "todas y todos".

La Academia que financio con mis impuestos (a través de subvenciones y desgravaciones fiscales a mecenas), machista, sin paridad, con impresentables declarados en sus filas, con faltones de profesión apoltronados en sus sillones, a duras penas va incluyendo mujeres (con muchas presiones desde el feminismo) y siempre procura que sean mujeres lo más afines posible al sistema. Esa misma academia (hala, me harté de mayúsculas) a la que "regalan" un anuncio sexista por su tricentenario y queda encantada y da las gracias para así apuntalar las desigualdades que desde ella se fijan, limpian y dan esplendor (aunque como como dice Miguel Lorente, no sabemos a qué o a quién).

Pero no es ahí donde voy. Primero, aclarar que lo de RAEdícula ya estaba inventado por Carlos de la Fé, escritor atento a su material de trabajo, las palabras, y a la vez a la realidad social del siglo XXI, una en la que las mujeres ya no son solo ejemplos de unos lemas anticuados.


Imagen desde Cubadebate.cu


¿Y dónde es donde iba entonces? Al machismo inveterado de una institución que peleó con uñas y dientes por no incluir la acepción social de género (tuvo que ceder al uso y está, al fin, en la 23ª edición del DRAE) pero no se le ocurre protestar ni hacer informes porque en este país desde el Presidente del Gobierno hasta el último concejal (o concejala) usen la horrenda y vacía expresión "lo que es" una vez en cada frase, de forma que han contagiado a una buena parte de la población y lo mismo te lo dice la directora del banco que te ofrece "lo que es una hipoteca", o el tendero de la esquina que está dando "lo que es una barridita a la puerta".

Por amor a la lengua que hablo y me une a millones de personas en todo el mundo exijo que esa lengua me incluya. Con el objetivo de interpelar a la Real Academia de la Lengua Española, desde 2012 realizamos la Campaña #GolondrinasalaRAE, señalando a la Academia el sexismo de algunos lemas, ejemplos, definiciones del diccionario, proponiendo mujeres como expertas en ámbitos lingüísticos o como académicas cuando una plaza queda vacante.
Cartel de la Campaña con imagen cedida por Fernando Vicente

Cuando pides que te nombren se desatan las iras de los dioses (las diosas asienten con la cabeza). No hay nadie -hable bien o mal, escriba mal o peor- que no tenga algo que opinar sobre el lenguaje inclusivo. Por supuesto, sin saber ni siquiera lo que es. De nuevo, pensando de oídas, que es como mejor se hace todo lo que se cuenta en castellano. Lo más habitual es que te digan que vas a destrozar el idioma, o que no sabes de lo que hablas. Que ellos sepan tanto o menos que tú no importa. También llegan autoridades en otras materias a opinar, claro, pero si sus argumentos son tan burdos como los de cualquier machirulo de Foro Coches, para mí su autoridad en lenguaje tenderá a cero.

Me hace gracia que me digan que soy una ignorante cuando hablo de #lenguajeinclusivo. En general, sé más de mi lengua que quienes me lo dicen porque buscar formas correctas de nombrar a las mujeres (las hay, solo hay que encontrar las que se adapten más a nuestra manera de hablar) me ha llevado a conocer en profundidad el castellano, su evolución, su gramática y el diccionario oficial y sus entresijos. 

Por eso me resultan tan pueriles supuestos argumentos como "es que el masculino es genérico" (¿sí? ¡no me diga!), "es que ahora vamos a tener que decir periodista y periodisto" (¿y quién ha propuesto eso alguna vez?) o "acabaremos no pudiendo hablar" (claro, por eso las feministas nos comunicamos con sonidos guturales, porque no podemos hablar). 

Si me lo dicen periodistas o escritores y escritoras, me quedo boquiabierta. ¿Cómo es posible que yo pueda hablar y escribir nombrando a las mujeres y no sea capaz de hacerlo quien tiene como herramienta las palabras? Como he dicho alguna vez, el lenguaje es uno de los últimos reductos en los que el machismo se escuda sin pudor (en otros se esconde o disimula, no aquí). Si usted no maneja su lengua con la soltura que necesita para nombrarme, apréndala. Y , antes de que lo diga como si nunca lo hubiera escuchado, informo de que no, #lenguajeinclusivo no es solo "todas y todos". 

¿Que a qué viene esto a cuento? a la sorpresa que anoche encontré en el Twitter de la RAE donde (aunque aún no está en el diccionario) admite como neologismos feminazi (de feminismo+nazi) y hembrismo (como antónimo de machismo) lo cual indica que la RAE sabe de palabras aún menos de lo que creía pero es tan machista como pensábamos.


María S. Martín Barranco
@generoenaccion


Comentarios

  1. Con el tal Arturito por ahí como orgulloso dueño de un sillón, hay cosas que no me extrañan...

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  2. Propia de una hembrista feminazi, que post más mediocre

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  3. Es curioso que a una mujer que defiende la igualdad se la llame nazi, y no a los hombres machistas que dejan una media de 60 cadáveres de mujeres al año.

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  4. El hecho de que una palabra contenga un contexto o significado negativo no indica que no pueda ser usada, no podemos vivir en una burbuja protectora contra todo lo que no nos guste, por que entonces, no estaríamos viviendo. Es una cuestión que va mas allá de géneros o ideologías sexuales, inclusive cuando se le adjudica "genero" a una palabra. La igualdad también puede aplicar en sistemas binarios, no a nivel de programación, pero si de relaciones interpersonales. A siempre puede equivaler a B cuando de esto se trata.
    Intentar negarlo va ligado a varios complejos derivados de pensamientos o ideas reprimidas almacenadas en el sistema límbico (los famosos métodos de compensación, que como con varias otras cosas ya mencionadas, están exentos de genero y cualquiera los puede emplear).

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  5. Discrepto de estas opiniones sobre la Real Academia Española. No es obligatorio ingresar en la Academia, es cierto que la mayor parte de miembros son hombres, pero, si no se tiene interés en ingresar, ¿para qué preocuparse?, a no ser que la especialista en igualdad, tenga méritos profesionales, y verdadero interés para decidir ingresar en la RAE.
    Por otra parte, entre la locura disparatada de las guías de idioma no sexista, y los libros clásicos que ofrece la RAE, me quedo con esos libros.
    Podrían haber editado en edición de bolsillo, la Historia de las mujeres en Occidente, o haber editado cuadernillos.

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  6. Sí querida amiga: al paso que vais, con esa susceptibilidad revanchista y vacua, no se va a poder ni hablar; de hecho por sólo decir "querida amiga" te estaré ofendiendo tremendamente y me considerarás un machista, fascista y el largo etcétera de siempre. Seguid covuestro "bienvenidos y bienvenidas ciudadanos y ciudadanas votantes y votantas". Hablar así es un gran logro. Sí.

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  7. Dado que se queja usted amargamente del dinero de sus impuestos que se destinan a sostener la Real Academia Española, ¿podríamos quejarnos de los impuestos de todos los hombres y muejres que se destinan a sostener los innúmeros observatorios feministas, vicerrectorados "con perspectiva de género", cátedras de estudios feministas, oficinas de atención (sólo) a la mujer, etc. etc.? Y, ya de puestos, ¿ha comparado usted la cantidad de dinero que se destina a la Real Academia y el que se destina, por ejemplo, en las universidades hacer supuestos estudios lingüísticos "con perspectiva de género"? Estoy segura de que sólo en mi universidad se ha gastado más dinero en sufragar ese tipo de "políticas lingüísticas" (carentes de toda base científica, y se lo digo como especialista en lingüística histórica) que lo que cuesta la Real Academia durante una buena temporada.

    Athini Glaucospis (athini_glaucopis@hotmail.com)

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  8. Unas veces nacemos en una funda de hombre (cuerpo) y otras en uno de mujer.

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  9. Unas veces nacemos en un cuerpo de hombre y otras en un cuerpo de mujer.

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  10. Tenemos un grupo en Facebook con una propuesta muy croqueta, Para que la RAE se convierta en el Museo de la Palabra Muerta! :D

    https://www.facebook.com/groups/338534337330/

    Mujer Palabra

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  11. La RAE está en una cruzada contra el feminismo, pagada con fondos públicos, desde hace ya muchos años, con mensajes y comportamientos claramente machistas. Hoy día muchas personas aceptan la crítica, la burla, la ironía, la oposición y el rechazo -todo ello aderezado con insultos varios- de las reivindicaciones feministas. Todas esas críticas, burlas, ironías, etc, sobre las luchas de las personas esclavas, trabajadoras, colonizadas, de diferentes "razas", etc., por su libertad e igualdad de derechos, serían consideradas inadmisibles. A esas personas se les llama hoy esclavistas, explotadores, colonialistas, racistas, etc. y sólo un pequeño porcentaje de la población se dejaría incluir hoy día bajo tales etiquetas. Como la historia ha demostrado con creces, no hay arguumentos racionales para defender tales posiciones. Menos aún para justificar las posturas antifeministas: no hay argumentos, sólo queda el insulto, la mentira y la descalificación.

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